Pan Tierra y Libertad: de los principios de autonomía y autogestión al camino de otra economía posible.
El levantamiento zapatista está presente en nuestra cotidianidad; el 1 de enero de 1994 es no solo una fecha con imágenes de indígenas encapuchados e insurrectos, tratados internacionales de comercio, crisis económica y desconcierto social. Cuando desde Chiapas los zapatistas hicieron al mundo mirarlos ya tenían sembradas algunas semillas; pareciera que algunas no germinaron como las negociaciones y el diálogo con el Estado por ejemplo, pero éstas dieron lugar a otros horizontes deseables. Hoy con los caracoles, la organización de escuelitas zapatistas que convocan a personas de todo el mundo, con su participación en el CNI, la articulación que los suma a luchas de todo el mundo, la propuesta de una candidata indígena a la presidencia etc. vemos que esta organización ha conformado un cuerpo con voz potente; pero este cuerpo y esta voz ¿están solamente en los caracoles? ¿Sólo a través de los compas indígenas que no se rinden y siguen avanzando? ¿Sólo cuando viajamos y nos reunimos en Chiapas?